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Publicado: 2010-12-30

FASCIO ROMANO 

 

FASCISMO

 

ESTILO ETERNO DE ROMA

 “Fascismo”, palabra que no debe ser dicha y mucho menos aplicada, sin antes haber sido debidamente estudiada y explicada. Ya que contrariamente a lo que se dice, se cree y se enseña, el fascismo no nació del imaginario de Mussolini y mucho menos es una ideología totalitaria, de extrema derecha, intolerante, racista. “Los que, refiriéndose a Italia, creen que el fascismo está ligado a la vida de Mussolini, no saben lo que es el fascismo y ni siquiera se han molestado en averiguar lo que supone la organización corporativa”. Con estas palabras, Primo de Rivera nos manifiesta que el fascismo es otra cosa. Ya que los orígenes del nombre “fascismo”, así como las bases que fundaron su ideología, se encuentran o remontan a la Republica Romana y no a la Italia fascista. Esto lo dice el propio Mussolini "Roma es nuestro punto de partida y de referencia. Es nuestro símbolo y nuestro mito". Lo mismo sostiene Giménez Caballero “El fascismo es una doctrina nueva que a la vez encierra la vieja sabiduría romana”. Para Locchi “El fascismo es y será siempre un eterno retorno, sobre el cual todo "progreso" es también es un "regreso".  ¡El  pasado, reclama sus seguidores!”.

El  “fascismo” debe su nombre al antiguo símbolo de la Republica Romana, denominado “fascio littorio". Un haz de 30 varas atados a una hacha.

 El fascio, como todo símbolo u objeto, representa una idea o concepto mediante el cual se quiere emular o reproducir esa idea o concepto.  Por lo tanto, el fascismo resulta ser el sufijo “ismo” de la simbología del “fascio”. Todo sufijo, manifiesta algún tipo de sistema o tendencia que resulta en una doctrina, modo, sistema o partido innovador. Ya sea en el arte o el pensamiento. Como lo son también: platonismo, budismo, comunismo, socialismo, capitalismo, vanguardismo, etc.

Si “las modas pasan y solo el estilo es eterno”. Entonces se puede definir al fascismo como “el estilo eterno de Roma”. Un constante intento a lo largo de la historia de rehacer el pasado romano. Ya que varios pueblos y en todos las épocas han intentado imitarlo o rehacerlo, como el imperio de Carlomagno o el Sacro Imperio Romano Germánico por citar unos ejemplos.

Con la caída del Imperio Romano se apago la luz del mundo y el mundo vivió en tinieblas o lo que se conoce como “el oscurantismo”. Esa luz que vuelve a guiar al mundo apelando nuevamente al genio romano, cuya influencia y modelo a seguir, sigue vigente en la política, el arte, la arquitectura, las leyes, la política, el gobierno, etc. Roma sea el punto de partida para el surgimiento del Renacimiento, la Monarquía Constitucional Británica, los EE. UU, La Revolución Francesa, así como todas las democracias modernas son de alguna manera un intento de rehacer el pasado romano y por lo tanto un tipo de fascismo.

El Renacimiento rompe con esa etapa bárbara en la que se vive en la edad media, para volver a esa idea de grandeza que representa Roma. Se puso de moda ser una persona culta y erudita en los conocimientos de la antigüedad y de estar preocupado por el estudio de todas las disciplinas en el campo del saber. Se leían de nuevo a los clásicos griegos y romanos, transformando profundamente el pensamiento del espíritu de las artes, las ciencias, las letras de la época y de la historia. Fue por sobre todo una revolución cultural que puso al hombre como el centro del universo, exaltando la audacia, la belleza y el ingenio. Como diria el arquitecto renacentista Alberti "El  hombre fue creado para actuar, la utilidad es su destino". Eran tiempos donde todo artista era reverenciado y respetado. Sin sentir ningún tipo de sumisión, el emperador Carlos I de España, se agacha a recogerle un pincel a Ticiano que pintaba en su presencia. Los Medecci ven acrecentado su poder y su prestigio al financiar el talento de innumerables artistas y pensadores que se inspiran el arte grecorromano. Miguel Ángel es catalogado como “el arquitecto de Dios” y Leonardo De Vinci muere en los brazos del rey de Francia. Surgen nuevos pensadores como Dante que defiende la autoridad civil sobre la eclesiástica o Maquiavelo, que propone por primera vez la total separación de poderes entre la Iglesia y Estado. Planteando como responsabilidades del gobernante el bienestar de su comunidad, no importando cualquier cuestión moral, ética o religiosa. Toda esta corriente será la base sobre la cual se edificara el mundo moderno.

Se trata de rehacer ese glorioso pasado romano invocando a su rico universo simbólico, instituido sobre el fascio, el águila imperial, el saludo romano, etc. Que resultara ser como lo plantea Nolte “el fascismo es un camino sembrado siempre de intentos de interpretación realizados por amigos y enemigos”.

En 1688, la monarquía británica es sustituida por un sistema parlamentario mixto, influenciado por el modelo romano. El sistema se basaba en un régimen donde cogobernaban el rey, la Cámara de los Loores, y la Cámara de los Comunes.

En 1776, George Washinton y Tomas Jefferson, los principales ideólogos y padres fundadores de la revolución norteamericana. Al redactar la Declaración de Independencia de los Estados Unidos de América, tratan de imitar y adecuar en todo lo posible el estilo romano a la sociedad norteamericana. Washinton se presenta como un Cincinato y Jefferson apela a la idea de republica aristocrática romana. El águila romana es tomada como símbolo de EE. UU. e igualmente varias monedas norteamericanas llevan una águila muy similar a las que aparecían en las monedas romanas. El fascio adorna el escudo del congreso, los senadores usan el nombre latino de senadores y la constitución utiliza números romanos para cada uno de sus artículos.

En Francia, los ilustrados también se inspiran en la República Romana como modelo de gobierno. En el Senado de los Sabios, los senadores vitalicios iban con toga, imitando a los senadores romanos. Igual ocurre en la formación de casi todas las democracias representativas contemporáneas, que permiten la participación del pueblo en el  manejo del gobierno a través de cuerpos representativos. En general, cualquier democracia moderna se basa en el modelo del Senado Romano. 

El fascio no fue un símbolo exclusivo del fascismo italiano. Se puede ver al fascio en la declaración de los derechos del hombre que proclama la Revolución Francesa, en los escudos de Francia, Ecuador, y de la extinta Gran Colombia. Aparece en la fachada del Palacio de Justicia de la Ciudad de Buenos Aires, en el escudo del Senado de los EEUU. El monumento a Lincoln lleva dos facios, al igual que la base de la estatua de la libertad que hay sobre el Capitolio. Se aprecia también un fascio en las primeras monedas de 10 centavos de EE.UU.

El fascio, por ser un símbolo de la Republica Romana, generalmente acompaña a la imagen que representa a la madre patria, como se puede ver en la catedral de la ciudad de Arequipa.

El fascio como símbolo de autoridad del estado, se puede ver igualmente en las insignias de la policía de Noruega, de Suecia, de la Guardia Civil española y de la Policía Metropolitana en Montevideo, Uruguay.

El “fascio”, el saludo romano y el águila imperial romana aparecieron antes del establecimiento del fascismo italiano. Su influencia se puede apreciar en la Revolución Francesa. Los ilustrados en el Juramento de la cancha de tenis de 1792, al igual que el Juramento de los Horacios de 1784, se celebra haciendo el saludo romano.

En 1810, Napoleón Bonaparte ambiciono conquistar toda Europa y reestablecer de nuevo el Imperio Romano. Adorna los estandartes de su ejército con águilas, imitando a las legiones romanas y sus soldados empiezan a emplear el saludo romano. Napoleón, se proclama emperador a ejemplo del emperador Augusto y sustituye las viejas coronas de los reyes por una corona imperial con forma de  laurel.

El saludo romano fue empleado en los EE.UU. para el Juramento de Lealtad a la Bandera (saludo Bellamy),  desde finales del siglo XIX hasta 1942 que fue prohibido, por ser igual al saludo nazi, que es otra imitación del saludo romano, que Hitler copiara de Mussolini. En México, se sigue utilizando el saludo romano para realizar el juramento a la bandera.

Desde EE. UU. hasta Europa, se acaba con el barroco tardío y comienza el neoclasicismo con la romanización de la arquitectura, el arte, el vestuario y las costumbres que caracterizaría a la época. El  arte estadounidense sigue este estilo neoclásico apreciado en el Capitolio, El Monumento a Washington, La Casa Blanca, La Corte Suprema de Washington, el Edificio del Tesoro, el monumento a Jeferson (replica del Panteón de Roma ), etc.

El mundo moderno ha nacido del genio romano y encontró de nuevo en Roma, su rejuvenecida inspiración para hacer historia.

Mussolini no es el primero en fundar un grupo fascista. En Italia, en el siglo XIX cuando empieza a surgir el nacionalismo italiano de la mano de Garibaldi y Mazzini que declaran la fundacion de la "República Romana".  Por esos tiempos es que empiezan a surgir grupos autodenominados “Fascio”.

En la Sicilia de 1870, aparecen los primeros grupos y entre 1895-96 aparecen los Fasci Siciliani. En Argentina, inmigrantes italianos forman en 1894 el "Fascio dei lavoratorí". A principios del siglo XX, continuaran apareciendo en Italia mas movimientos, tales como: los "Fascio d´ Azione Popolare". “Fascio Revolucionario de Acción Internacionalista” a la par del surgimiento del “Fascio Italiano di Combattimento” de Mussolini que se funda en 1919.

El fascio, es en esencia un símbolo que encarna el concepto de la republica y es por lo tanto, sinónimo de democracia. Pero hay que explicar que la concepción e interpretación de democracia para los romanos, es sustancialmente diferente a como entendían e interpretaban esta misma idea de democracia los atenienses. Será esta concepción e interpretación romana de la democracia la que predomine y moldee  la ideología y el pensamiento fascista.

En Roma, la democracia surge en el año 509 A.C. y en Atenas, la democracia nace en el 507 A.C. Al caer el rey, la monarquía fue sustituida por un sistema democrático denominado republica (del latín res, cosa; y pública, del pueblo). Que se puede definir como el sistema político que da participación a los ciudadanos en los asuntos del gobierno. Cicerón tradujo este concepto de “res pública” de la palabra griega politeia “política” o el gobierno de la ciudad.

La Republica Romana, era una democracia aristocrática, (aristocracia proviene del griego aristoi, el mejor y krátos, poder o el gobierno de los mejores). Era una "carrera de Honores" donde los mejores ciudadanos podían escalar posiciones, sin importar su origen social. Las magistraturas las ocupaban los ciudadanos que habían destacado o se habían enriquecido por su propio esfuerzo, ocupando primero las magistraturas menores, para luego pasar a las más importantes.

La democracia ateniense en cambio, fue una democracia participativa, llamada politeia, que significa "gobierno de la ciudad" o "política".  Donde los cargos públicos, ya sean ejecutivos o judiciales, se ocupaban por sorteo (y no por merito) entre todos los ciudadanos de Atenas, sin importar su clase o condición social. Se estima que en el lapso de un año, uno de cada cuatro ciudadanos atenienses llegó a ocupar algún puesto o cargo público.

Si en Roma, los mejores predominaban sobre los muchos. En Atenas, y como la definió Pericles “los muchos predominan sobre los pocos”. Platón consideraba a la aristocracia como la mejor manera de hacer "política", o la mejor manera de gobernar. Donde los “aristoi” o “mejores" eran los filósofos, los buscadores de la verdad, que poseían un claro sistema ético. Tanto Platón, como Cicerón. Veían en la república aristocrática, al mejor sistema de gobierno para el hombre. Tal poder seria liderado por una élite intelectual y basada en sus conocimientos y estudios, que los ponía por encima del vulgo y de la masa inculta. En Aristóteles, los pocos ejercen el poder en beneficio del todo. Cuando no lo hacen así, la aristocracia se convierte en oligarquía o en “gobierno de facción”. Cuando el pueblo, no esta preparado para gobernar. Entonces, la democracia se degenera en demagogia y se convierte en desgobierno. Propenso a constituir una tiranía. Igual pensamiento expresa Maquiavelo, quien creía que una minoría organizada debería dirigir a la sociedad. Saint Simon, considerado uno de los padres del socialismo, pensaba que el grupo que gobierna debe poseer requisitos y aptitudes particulares de acuerdo a su contexto. Thomas Jefferson , padre fundador de los EE.UU. y muy influido por la vieja sabiduría romana, también plantea un sistema aristocrático como método de gobierno: “la existencia de una aristocracia natural entre los hombres, es el más precioso don de la naturaleza para la instrucción, la confianza y el gobierno de la sociedad”. De ahí es que Estados Unidos surge como “la tierra de la oportunidad” por que los que tienen aptitudes son quienes prosperan.

Uno de los lemas de la Revolución Francesa era: “la carrera abierta a los talentos”. Donde la aptitud se anteponía a criterios como la igualdad. Si bien es cierto La Declaración de los Derechos del Hombre de la Revolución Francesa habla de “igualdad”, pero a la vez aclarando que no todos los hombres son iguales. Ya que la igualdad debía estar asegurada legislativa, judicial y fiscalmente por el Estado. Pero a la vez admitía que no podría haber igualdad a causa de la diferencia de los individuos en función de su utilidad social y su capacidad intelectual. En el artículo 6 puede leerse; “todos son igualmente elegibles para todos los honores, colocaciones y empleos, conforme a sus distintas capacidades, sin ninguna otra distinción que la creada por sus virtudes y conocimientos”. Napoleón crea la Legión de Honor, basándose en un criterio aristocrático, ya que solo la podían integrar franceses o extranjeros que habían destacado por algún mérito extraordinario. Ya sean estos científicos, artísticos, civiles, militares, etc. Para Hegel, el estado debería ser fuerte, corporativo y  administrado por “funcionarios superiores que se debían de reclutar de entre las clases medias”. Spengler (muy influyente en el surgimiento de los partidos fascistas). Plantea un socialismo aristocrático, basado en la desigualdad natural que crea el merito. Hasta Lenin, manifiesta un pensamiento aristocrático al no creer que la clase obrera sea capaz de instaurar la “dictadura del proletariado”, concluyendo con esto, que solo un grupo selecto o elite organizada, instruida y superior al resto de la clase obrera seria capaz de montar una revolución, que solo podía ser el partido bolchevique.

En la teoría de las élites de Pareto, coinciden los conceptos de aristocracia y elite. Ya que el término francés elire significa élite o escoger, elección o acción de escoger. La élite está compuesta por todos aquellos que manifiestan unas cualidades excepcionales o dan pruebas de aptitudes eminentes en su dominio propio o en una actividad cualquiera. Tiene su punto de arranque en la constatación, fácilmente observable, de que en toda sociedad hay unos que mandan, gobiernan y dirigen (la minoría) y otros (los más) que obedecen y son gobernados. Gaetano Mosca plantea la “circulación de las élites”, donde las élites antiguas deben de ser sustituidas por otras nuevas asegurando con esto la movilidad ascendente de los mejores espíritus y con esto la circulación de nuevas ideas, contribuyendo con el equilibrio del sistema social. De no ocurrir así, la élite se degenera y pierde sentido, convirtiéndose en una timocracia o gobierno de facción.

Pero será Nietzsche y su idea aristocrática o elitista del “súper hombre”, una influencia decisiva y elemental en la formación del pensamiento fascista. Como lo a manifestado Locchi  “No se comprende nada del "fascismo" si no se cae en la cuenta, o no se quiere admitir, que el llamado "fenómeno fascista" no es otra cosa que la primera manifestación política de un vasto fenómeno espiritual y cultural al que llamaremos "superhumanismo", cuyas raíces están en la segunda mitad del siglo XIX. Este vasto fenómeno se configura como una suerte de campo magnético en expansión, cuyos polos son Richard Wagner y Friedrich Nietzsche”. El súper hombre de Niesztche, se caracteriza por su individualismo, creatividad y autonomía. Resultando ser la antitesis del hombre masa y su "moralidad esclava", una moralidad creada por personas débiles y resentidas que fomentaban comportamientos como la sumisión y el conformismo. Para Nietzsche, “las masas”, "rebaño", "manada" o "muchedumbre" (como las denominaba) se adaptan a la tradición. Según Ortega y Gasset “El hombre-masa es el hombre cuya vida carece de proyectos y va a la deriva. Por eso no construye nada, aunque sus posibilidades, sus poderes, sean enormes”. Gustav Le Bon afirmaba “las masas no valen nada, y que a mayor cantidad de personas implicadas en una decisión, más estúpida será esta”.

El fascismo italiano, por su parte, niega que la mayoría, a través del mero hecho de ser mayoría, pueda gobernar la sociedad humana; niega que esta mayoría pueda gobernar por medio de una consulta periódica; afirma la irremediable, fructífera y beneficiosa desigualdad de los hombres, que no puede ser nivelada por un hecho mecánico y extrínseco como el sufragio universal. “Los movimientos fascistas –en palabras de Locchi- se coagulan por instinto en torno a un programa de acción inspirado por un sistema de valores que se opone drásticamente al sistema de valores igualitarista, que se encuentra en la base del democraticismo, liberalismo, socialismo, comunismo”. “Hoy - le decía Locchi a Tarchi-, según me parece, muchos “fascistas" no osan decir, por causas conocidas, su propio nombre, optando por llamarse anti igualitaristas. Y este es un modo como otro de castrarse, puesto que el nombre "hace la cosa". El fascismo se presenta entonces como una idea “aristocrática” o “elitista” predicando con esto que “en la desigualdad radica la verdadera justicia” y para quien predica igualdad o muerte, la naturaleza le recuerda que la igualdad es la muerte. La igualdad como tal no existe. De ser así, todos seriamos jefes, no existiendo sub alternos y eso como todos sabemos no es así. En plena Revolución Francesa, mientras un marques era llevado a la guillotina, un carbonero grito “ahora señor marques todos seremos iguales” a lo que el marques respondió: “no, ahora todos seremos carboneros”. Ahí radica la vital diferencia entre el pensamiento igualitarista que al ser enemigo de la diferenciación, es enemigo también del merito, del talento y por ende del progreso. El anti igualitarismo al sostener que en “la desigualdad radica la verdadera justicia”, plantea una carrera abierta a los talentos, que se funda sobre la idea de una aristocracia natural o una elite del merito. La idea aristocrática es en esencia una idea anti monopólica, ya que se opone al monopolio que crean clase, religión, raza, genero y cualquier otro prejuicio. La aristocracia solo hace diferencia entre las personas por su aptitud o su talento, sin importar su raza, condición social, genero, creencia religiosa, etc. Desde esta perspectiva el fascismo venia a probar que existe una nueva cultura no fundamentada en los privilegios del dinero, la clase, la raza, etc. Sino, sobre el espíritu.

La ideología aristocrática, en la que se basa el pensamiento fascista, desde Roma hasta nuestros tiempos. Se sustenta en el hecho histórico de que son las elites y no las masas, los verdaderos protagonistas de la historia. Se puede resumir todo este pensamiento aristocrático en una frase de la antropóloga norteamericana Margaret Mead "Nunca dudes que un pequeño grupo de ciudadanos pensantes y comprometidos pueden cambiar el mundo. De hecho, son los únicos que lo han logrado".


Escrito por

FASCISTA

!La imaginación en el poder! Síntesis del evangelio fascista.


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